Tras la masacre de una familia méxico-estadounidense en un camino rural entre los estados de Sonora y Chihuahua, en México, 70 millas al sur de la frontera con Arizona, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aprovechado la tragedia para promover su proyecto de construir un muro en la frontera suroeste.

"Cuando ves lo que está pasando del otro lado de la frontera, la gente está empezando a decir 'quizá él tiene razón sobre el muro, quizá tiene razón sobre la necesidad de tener una frontera muy fuerte'", dijo el mandatario este jueves durante un discurso en la Casa Blanca.

Sin mencionar el nombre de la familia víctima del ataque que dejó nueve muertos, entre ellos, seis niños. El mandatario dio a entender que se refería a estos hechos y aprovechó también para criticar a la oposición demócrata.

"El otro bando (los demócratas) quiere fronteras abiertas que traen una criminalidad enorme, y mucha gente me ha dicho eso en el último par de días, que han empezado a entender el tema de la frontera", añadió el mandatario.

Trump ha reasignado más de 6.000 millones de dólares en fondos militares para construir unas 230 millas de vallas a lo largo de la frontera. El Congreso se ha opuesto a esta medida, aunque el presidente ha terminado por vetarlo para continuar con su polémico proyecto.

En un mensaje en la red social Twitter posterior a la tragedia, Trump le ofreció ayuda militar a López Obrador para combatir a las organizaciones criminales. &ldquoEs el momento para México, con la ayuda de Estados Unidos, de declarar la GUERRA a los cárteles de drogas y eliminarlos de la faz de la Tierra&rdquo, escribió el martes.

El presidente mexicano respondió agradeciendo el deseo de ayudar, pero rechazando la participación de fuerzas estadounidenses.

&ldquoCreo que no necesitamos para atender estos casos de la intervención de un Gobierno extranjero&rdquo, dijo López Obrador este martes durante su conferencia de prensa matutina. Aunque su Gobierno sí ha aceptado la colaboración del FBI (Buró Federal de Investigaciones) por tratarse de víctimas estadounidenses, los detalles de esa posible colaboración no han sido aclarados.

La masacre de la familia extendida LeBarón, en el que también fallecieron integrantes de los Langston y Miller, tuvo lugar pocas semanas después de un aparatoso operativo fallido que sumió a Culiacán, Sinaloa, en el caos cuando se intentó detener sin éxito al presunto narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín &lsquoEl Chapo&rsquo Guzmán.

En México, el constante aumento de la violencia desde 2016 ha puesto al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que cumplirá un año en el poder este diciembre, en el ojo de la opinión pública nacional e internacional y le ha valido numerosas críticas de analistas y opositores a su estrategia de seguridad, definida discursivamente como de &ldquoabrazos, no balazos&rdquo y que según el presidente se centra en la creación de oportunidades para los jóvenes y el combate a la pobreza.

Este miércoles, durante un operativo en un penal de Ciudad Juárez, Chihuahua, sicarios que supuestamente pertenecen a la banda &lsquoLos Mexicles&rsquo incendiaron más de una decena de camiones y automóviles y asesinaron a 10 personas, según informaron las autoridades estatales.

Se trató de &ldquouna planeación maquiavélica para lograr que las autoridades desistieran de este operativo&rdquo, dijo el comisionado estatal de seguridad Óscar Alberto Aparicio Avendaño. Algo que recuerda a la estrategia de los grupos delictivos en Culiacán este 18 de octubre para liberar a Ovidio Guzmán. Sin embargo, las autoridades en Ciudad Juárez dijeron que mantendrán el operativo en el Centro de Reinserción Social número tres.

Fuente: https://www.telemundo.com/